EL REVES DE UN ALCALDE JUANCA
Cuarenta y dos meses contables y sonantes lleva el ciudadano, Juan Carlos del Águila Cárdenas como Alcalde de la ciudad de Iquitos; un tiempo largo y ancho, que le exige, técnicamente, dar cuenta o al menos informar a la ciudadanía de sus obras y acciones realizadas hasta ahora.
La exposición pública del balance de esta gestión, es, además, a estas alturas del partido, una obligación moral y de transparencia con aquellos que le dieron al Alcalde un voto de confianza a través de las ánforas; porque hasta donde se sabe, esta autoridad, desde que asumió el cargo no hizo ni siquiera un simulacro de cabildo para poner al corriente de su gestión.
La franqueza antes que nada; tras tres años y medio en el cargo, Juan Carlos del Águila no tiene mucho que enumerar, no tiene mucho que destacar, no tiene nada trascendente que mostrar; al contrario, su período esta finalizando de la forma mas azarosa y con acusaciones públicas de sus visibles signos exteriores de riqueza.
La denuncia de estafa de unos carpinteros que realizaron trabajos de ebanistaria en su nueva vivienda y las acusaciones periodísticas de un diario local contra su esposa y su hermano, no han sido hasta ahora aclarados ni desmentidos por esta autoridad. Su silenció sólo provoca más interrogantes.
De acuerdo a datos financieros, la comuna de Maynas maneja anualmente unos 60 millones de Nuevos Soles, provenientes mayormente del Ministerio de Economía y Finanzas; las cifras, según economistas consultados, formalmente se han evaporizado en obras de poca monta, trabajillos sin importancia, en“apoyo” social” y en gastos corrientes.
En el análisis del presupuesto anual de inversión no se tiene en cuenta los fondos de financiación del Programa Alimenticio Vaso de Leche que envía el MEF; sin embargo, no podemos pasar por alto las sospechas de los expertos en auditorías que señalan que esta ayuda social es un rico filón para el enriquecimiento ilícito de los alcaldes; el negociado se encuentra en la adquisición de los insumos. Otra veta para la corrupción son los convenios para el recojo de la basura doméstica. ¿Juan Carlos será una excepción?
Un recuento de las obras más representativas pinta de cuerpo entero la presente administración edil. Por ejemplo la construcción del Mercado “La Norteñita” no sólo fue cuestionada por su sobre valoración, sino que se descubrió que las calaminas eran usadas. La Plaza “Munich” no sólo fue inaugurada, por el propio Alan García, cuando se encontraba inconclusa; sino que presenta hasta hoy día deficiencias técnicas en el sistema de drenaje.
La pavimentación de la calle Alzamora se hizo bajo presión de los propios vecinos de ese sector; el mismo día de su inauguración se detectó las deficiencias en el sistema de canalización. La pavimentación de la calle Loreto tenía, al poco tiempo de su inauguración, varios paños resquebrajados
Se suma a estas construcciones deficientes, la denuncia documentada, además de filmación, del Ing. Douglas Araujo sobre obras ilegales, (licitaciones dudosas, además de estar sobre valoradas) como la maloca en el bulevar, la pileta frente al ex cine Bolognesi, la pintada de la Iglesia Matriz, el sacado de césped en la Plaza de Armas, y el mejoramiento de la fachada del ex palacio municipal. Todas son dignas de ser registradas en el Libro de Guinness, pero para la versión exabruptos.
Vale indicar que la denuncia de Douglas Araujo no tenía en un interés público, sino que era un medio de presión para que la comuna le cancele por los trabajos de pavimentación de la calle Manco Cápac, que estaban a su cargo.
Es pues la actual gestión edil una de las más flojas de los últimos tiempos, tan igual como la de Jorge Chávez Sibina. Lo poco que hicieron han estado embadurnados por la suspicacia colectiva. No es pues, Juan Carlos del Águila Cárdenas, un alcalde representativo; su gestión no es más que un acontecimiento fugaz y episódico que terminará dentro de seis meses
De todas las suspicacias “importantes” que no ha podido librarse el Alcalde, la relacionada con la “presencia invisible” de su hermano Miguel Ángel a lo largo de su gestión, es la mas comprometedora. Para el diario Pro y Contra, Miguel Ángel es el “poder tras el poder”.Siempre se habló en voz baja, incluso en la misma comuna, sobre este personaje. Supuestamente era el intermediario entre la MPM y las empresas encargadas de las pequeñas obras ediles; se cree que él daba el visto bueno final para ciertas adquisiciones, como viene denunciando el periódico de Jaime Vásquez Valcárcel.
Cuando En abril de 2004, el semanario La Verdad denunció la existencia de la proveedora fantasma, “Import & export”, en el que estaba comprometido Miguel Angel del Águila Cárdenas, era solamente la punta de un iceberg de empresas dudosas y de testaferros. La opinión publica se escandalizo, pero de ahí no paso.
La denuncia contra Miguel Angel por el caso “Import & Export” quedó archivado en la Segunda Fiscalía Mixta, cuando ejercía el cargo el ahora notario Malqui Minaya y “mickey” tenía de abogado al Dr. Jara Marcell que después se convirtió en Procurador Municipal.
Fue por esos días, cuando un conductor de un programa radial matutino le espetó al Alcalde sobre el porqué de la intromisión de su hermano en la administración edil; La autoridad municipal, con toda la frescura del mundo contesto que él (su hermano) “se había fajado en la campaña electoral”. ¿Qué quiso decir?
En este punto también Juan Carlos del Águila, se vuelve un personaje controvertido, de doble discurso o simplemente piensa, torpemente, que la ciudadanía no se da cuenta. Por una parte se ha empeñado obsesivamente en denunciar “todos los actos de corrupción de la anterior gestión”; sin embargo no ha podido desmentir ni demostrar lo contrario sobre las acusaciones de ingerencia de su hermano.
Pero el descrédito de Juan Carlos del Águila no sólo viene “de lo dicen de su hermano”, sino también de la gente un poco extraña que le rodea. Por ejemplo, el semanario La Verdad, demostró que el asesor Víctor López Orihuela tenía varios procesos judiciales y se hacía llamar Dr. sin tener algún titulo académico. Desapareció de escena tras su efímero paso por la Presidencia de Sedealoreto. El caso Vladimir Chong y el tráfico de las leche donadas le ha dejado también “buenos” altibajos.
Otro personaje de su entorno es Humberto Mercado Vílchez, un ex trabajador de Petroperu, que funge como Gerente General, que acaba de ser denunciando por el diario Pro y Contra como un funcionario corrupto. Mercado Vílchez probablemente sea para el Alcalde, no sabemos porqué, un impredecible; y en ese aspecto, un mediocre que se vea de la noche a la mañana como un funcionario importante, no pierde la oportunidad para mostrarse palangana o figuretti ante el publico, a costa del derroche, en este caso, de las arcas municipales.
La Municipalidad de Maynas le subvencionaría la casa, el uso de un vehículo con chofer y combustible incluido. Y para colmo de la huachafería, la comuna le costea también guardaespaldas las 24 horas del día. Los jefes militares y Mercado son los únicos que gozan de ese tipo de seguridad en Iquitos. ¿Qué teme el sr. Mercado?
Pero eso no le interesa a Juan Carlos del Águila; le preocupan otras cosas más cotidianas como enviar a la cárcel al líder de Fuerza Loretana, su partido hasta hace poco. Es inexplicable la obsesión de esta autoridad por hundir a Yvan Vásquez Valera que hasta el 2002 era su jefe y líder político. Hasta antes de integrar esta agrupación, era un oscuro funcionario de una AFP. Yvan Vásquez Valera le tendió la mano para ser Presidente de la Cámara de Comercio y de la Caja Municipal.
Cierto que los actuales Procuradores municipales denunciaron varios casos de corrupción como la “triangulación”; pero la intención era acorralar a Vásquez Valera. Hasta ahora no hay acusaciones que comprometan directamente al ex Alcalde, hoy el favorito para llegar al Gobierno Regional.
Aunque la ira demoníaca de Juan Carlos del Aguila si ha tenido resultados; terminaron pagando los platos rotos: Norman Lewis del Alcazar, Américo Sánchez y Ángel Barbis que pasaron, injustamente, cuatro meses en la cárcel de Iquitos por un exabrupto judicial que por el supuesto delito que cometieron.
Hoy que abandonaron la cárcel, por una decisión de la Corte Suprema de Justicia, la libertad de ellos es un contrapeso negativo para la imagen de Juan Carlos del Aguila. La liberación misma de estos ex funcionarios municipales, significa también un demérito para la Sala Penal de la Corte Superior de Justicia de Loreto, sobre todo para el abogado Jorge Cueva Zavaleta, cuyo currículo como Vocal va acumulando varias enmiendas.
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En la última encuesta, la gestión del Alcalde tiene una aprobación del 30 %, indicio de un gran desgaste político, de la perdida de confianza en la mayoría de la ciudadanía y probablemente la culminación de su trayectoria publica. Fue eso, su bajo nivel de popularidad, que le impidió (o le impidieron) estar cerca o al costado de Alan García durante su última visita a Iquitos.
Para “caballo loco”, viejo zorro, caminar junto a un personaje vapuleado era muy comprometedor, peor en un momento que no podía regatear ni sólo voto para las elecciones del 4 de junio. Pero, además, se sospecha que por su descrédito, Juan Carlos del Águila fue invitado a renunciar a sus intenciones de ser el candidato del APRA en las próximas elecciones regionales.
Hay también voces que señalan que Juan Carlos del Águila no quiso renunciar a su investidura para postular al Gobierno Regional, por temor a que su sucesor, que no es de su simpatía, sacara los trapitos sucios al Sol, además de la posibilidad de que el nuevo alcalde despida a todos los hombres de su absoluta confianza como por ejemplo el supuestamente imprescindible Humberto Mercado Vílchez.
A partir del primero de junio la presente gestión edil entra su recta final, comienza los descuentos para el Alcalde Juan Carlos del Águila. A seis meses de concluir su mandato, no tiene mucho que hacer, tal vez ”arreglar” la casa; “pintarla” para que no se vea sucia, sobretodo tapar y sellar los huecos (por donde podrían huir olores nauseabundo) con el fin de que el próximo inquilino no se de cuenta que de debajo del piso hay una fosa común con muchos muertitos (Fernando Najar)